En unos días es la marcha del orgullo en Argentina. Sí, estoy muy desacuerdo con lo que respecta al ambiente gay pero es una fecha que me está movilizando.
Es la primera vez que voy a ir, va a ser mi primer marcha totalmente fuera del closet. Dónde estoy aprendiendo a vivir conmigo mismo, a aceptarme y no callarme. A no aceptar, no asentir o seguir con mi camino cuando veo que las cosas no están bien, seguir en lo que el resto me decía que debía ser. Ya no.
Me siento bien conmigo mismo, con mi sexualidad y aprendiendo a quererme.
No sé como vaya a vivir la marcha, no sé que es lo que pase pero me siento listo, quiero disfrutar, quiero vivir mi sexualidad libremente.
No quiero seguir bajo un mandato social, diciendo que debo ser de x forma para ser aceptado ante la mirada ajena.
Quiero mirarme al espejo y encontrarme. Quiero, deseo, seguir por este camino que voy construyendo en esta descontruccion que voy a haciendo con mi persona.
Salí del closet y no voy a bajar la mirada, no me voy a callar. Voy a salir con la mirada al frente y disfrutar, sonreír y aceptar lo que soy.
Voy a ayudar a armar una sociedad donde las cosas tomen un buen rumbo, uno dónde haya aceptación, donde nadie deba ocultarse ni cohibirse para ser aceptado estando dentro o fuera de un armario imaginario.
No voy a volver a un closet dónde creí estar cómodo, rompí esas maderas para hacer banderas, para caminar juntos a las personas que lo necesitan y seguir avanzando.
Mi comodidad está fuera de esas paredes que creía que me protegían.
No voy a volver, no voy a bajar la mirada. Soy como me siento, cómo vivo, cómo lucho.